Del cielo del primer piso
Del cielo del primer piso
nos trajeron un tabaco.
Nos gustó. Le gustó a Baco,
a quien pedimos permiso.
El canal, el Paraíso,
entretienen por ahora.
Xenia Bergman enamora,
a su manera, y apunta
detalles de la pregunta
más difícil, más sonora.
Cuando se calla, aparecen
cien mil denominaciones
y pasan varios ciclones
y las uñas no me crecen.
Mueren, aunque no "fenecen"
y el mar se lleva una parte.
Te pasó, no va a pasarte:
mis manos tienen poder.
Volví para no volver.
Para pasar, que es un arte.
nos trajeron un tabaco.
Nos gustó. Le gustó a Baco,
a quien pedimos permiso.
El canal, el Paraíso,
entretienen por ahora.
Xenia Bergman enamora,
a su manera, y apunta
detalles de la pregunta
más difícil, más sonora.
Cuando se calla, aparecen
cien mil denominaciones
y pasan varios ciclones
y las uñas no me crecen.
Mueren, aunque no "fenecen"
y el mar se lleva una parte.
Te pasó, no va a pasarte:
mis manos tienen poder.
Volví para no volver.
Para pasar, que es un arte.
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