(alcides herrera): NY

(alcides herrera)

diciembre 05, 2008

NY


Nadie le pagaría por deducir algo, “después de los últimos desencuentros y la evidencia de que la historia se ha partido en dos, haciendo esa grieta por donde se ven nubes bajas”. Desde hace semanas, trabaja como voluntario buscando trabajo, y por el trillo ha hecho deducciones -como voluntario de sí mismo- del tipo que resulta fácil expresar ante un auditorio medio y sobre todo provisional. Le valen simpatía, jabas en las iglesias, números con el 1. Su deducción más popular (“Dios vive en Nueva York”) parece entusiasmo frente a juguete nuevo -si te dedicas al oficio, tratarás de deducir algo del –y frente al- Primer Instante, para que nunca se vaya del disco duro un brillo así. Semanas después, deducciones como “Hay una mínima -y aprovechable- posiblilidad de que el karma no se mude con uno”, ya nos recuerdan a la persona que, contra nuestra voluntad, dejamos abandonada en su martirio. Nadie le pagaría por curiosear entre las mesas de dominó, rompiendo la jarra del amor, cambiándola por la unión de dos costuras. Al escribir: “Soñé que estábamos durmiendo, soñé con las giraciones de cinco horas en una cama que parecía ser nuestra”, se libró del obstáculo que lo separaba de la disolución de todo. Nadie le pagaría por fraternizar con una loba.