El Corazón de Lisa Martin
Se salva el que sabe que la manzana no es manzana, el que reduce a impresiones una torre, el que ve las costuras de lo real. Como si el propio Cristo lo dictase (como si yo tuviera paciencia), se llena la boca para decir: ¿qué salvación? Las mujeres se meten con mi futuro, preguntan qué quiere decir “póstumo”. Hago una salvedad porque también me veo desde allí y la distancia vive en México. La sueño alta, liberándose de la forma. Acomodo el nuevo refrigerador.
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